Considerando la enorme
cantidad de tiempo y energía que invertimos en reuniones, así como el gran
numero de decisiones de mayor o menor importancia en que participamos como miembros
de grupos, sean gabinetes, cogollos, concilios, cónclaves, consejos, comités,
juntas o equipos de cualquier otro tipo, sorprende el grado de
incomprensión que nos lleva a errar en grupo.
El no ver estas agendas
ocultas, cuando están en juego decisiones, es un riesgo oculto de gran
importancia. Suele ser causa de decisiones infelices y desaciertos
fatales.
Las claves del rendimiento de un grupo, puede ser la identificación con el
grupo, la sensación de pertenecer, el compromiso sentido de una meta
común. Una solidaridad mal concebida anestesia el pensamiento crítico, el
grupo puede sufrir algunos delirios, como la ilusión de ser invulnerable o el
espejismo de la unanimidad.
Admitiendo que la opinión individual de un experto puede ser muy errónea o muy
acertada, es lógico que se trate de lograr una mayor seguridad reuniendo las
opiniones de un conjunto de expertos.
Resumiendo esto puede tener una hipótesis básica
Los hechos futuros están sujetos a la influencia combinada de muchas
fuerzas.
En las ciencias no
exactas, la formación de una opinión mediante la consulta con expertos debe,
forzosamente, reemplazar a las leyes exactas de causalidad de las ciencias
físicas.
Cada experto,
considerado individualmente, adolece de alguna inclinación, tendencia o
prejuicio, y tiene tanta probabilidad de equivocarse como de acertar en la
predicción de hechos futuros.
Todo grupo de expertos posee, en conjunto, un volumen de información sobre
el tema considerado, igual o mayor al de cualquiera de sus miembros.
Todo grupo de expertos tiene un error conjunto de información igual o menor
que el error de cualquiera de sus miembros.
Todo grupo de expertos
posee, en conjunto, por lo menos tantos modelos analíticos (procesos sistemáticos
para analizar la información), para la búsqueda de una respuesta, como miembros
lo componen.
Los grupos cuyos
miembros son anónimos permiten lograr acuerdos que corrigen el error
individual, y están exentos de presiones psicológicas.
Jorge
Eugenio Zoltan jorgezoltan@mail.com