La rectora principal Socorro Hernández informó que según los reportes recibidos, “el simulacro funcionó a la perfección, con la presencia de todos los factores involucrados, sin inconvenientes”.
Hernández agregó que “se trató de un simulacro a pequeña escala donde sólo podían participar los 226.293 electoras y electores registrados en los 55 centros de votación activados (el 1,20% del total padrón). Hubo presencia de votantes en la proporción usual para pruebas de este tipo cuya participación es de carácter voluntario”.
En concordancia con las estimaciones del CNE, los reportes del simulacro revelaron que el tiempo invertido en recorrer la herradura electoral y ejercer el voto sigue siendo alrededor de un minuto.
Durante la iniciativa se explicó nuevamente que en caso de que el Sistema de Autenticación integrado (SAI) no reconozca la huella digital de un elector, éste igual podrá participar y expresar su voluntad, pero al final de la herradura, después de la tinta indeleble, deberá llenar una planilla de incidencias y dejar en ella un registro físico de las huellas de sus dedos pulgar e índice.
En la jornada participaron el Plan República, la empresa Cantv, Corpoelec y el Ministerio para la Educación (en la apertura de los centros educativos activados para el simulacro). La próxima semana se elevará un informe a la Junta Nacional Electoral y al propio CNE.
El 26 de este mismo mes el CNE realizará un nuevo simulacro, pero éste será nacional: se realizará en unos 2 mil centros de votación, con 5 mil mesas electorales y estarán convocados los 18.903.143 electoras y electores inscritos en el Registro.
Con la participación de técnicos del árbitro y organizaciones con fines políticos, desde este lunes hasta el próximo 10 de agosto se realizará una de las 17 auditorías previstas antes del 7-O: la de los cuadernos de votación. Se trata de comprobar que la información del RE coincide con los datos impresos en el cuaderno electoral.