Para el Coordinador Estadal de Finanzas del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) en Mérida y diputado a la Asamblea Nacional, Diógenes Andrade, “un revolucionario de verdad debe tener entre otras cualidades, mucha ética y sobretodo una moral a prueba de todo”.
Las acciones antiéticas, como por ejemplo el amiguismo, el tráfico de influencias, practicadas en tiempos de la Cuarta República, deben ser execradas de este proceso revolucionario, pues estas actitudes individuales, que aún son ejercidas por algunos funcionarios, son las que al final, pueden debilitar la revolución.
“Nosotros los hombres y mujeres que día a día hacemos lo posible y hasta lo imposible para mantener el rumbo de la transición al socialismo, estamos obligados a denunciar, rechazar y corregir estas acciones, pues quien nos lidera en este proceso es un hombre cuya moral es algo que nada ni nadie puede ni podrá poner en tela de juicio, hablo del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías”.
Hablando de la moral y citando al escritor José Ortega Gasset, el parlamentario merideño dijo. “Hoy quien no sea socialista se halla moralmente obligado a explicar por qué no lo es o por qué no lo es sino en parte”.
Andrade destacó que esta frase hoy más que nunca debe estar presente en toda la militancia del Psuv, pues hay muchos hombres y mujeres que se sienten revolucionarios, sólo cuando se visten con una franelita roja y gritan a todo pulmón, en espacios cerrados para que los vean, Patria, Socialista o Muerte.
La gran masa tiene que expresarse a través de individuos y pequeños grupos de individuos que forman una minoría, que en su rol de funcionarios, como ejecutores de los mandatos y esperanzas de esa gran mayoría que está dejando de ser anónima, debe dar respuesta a sus ingentes y agobiantes problemas.
Surge entonces una complicación muy grande cuando los representantes no cumplen cabalmente su papel y esa masa silenciosa tiene que sufrirlos, a menudo por un tiempo insoportablemente largo.
Es aquí donde y cuando se hace urgente y necesaria la ética socialista, la ética que debe manejar todo el que aspire a llevar adelante un proyecto revolucionario novedoso que, como todo sueño colectivo, plantea la necesidad de que los soñadores se pongan de acuerdo, tanto para nombrar a sus representantes como para instrumentar los recursos contralores, exigirles pureza, y hasta revocar sus mandatos cuando traicionen a la masa.
Alimentados con tales ideas filosóficas, los socialistas debemos trabajar para que la ética sea “la política que debiera ser”, como propuso Kant.
Para finalizar, expuso Andrade que el socialista Marx lo dijo más claro: “La filosofía debe servir no solo para explicar el mundo, sino para transformarlo. El buen socialista sabe que la realización de la ética socialista consiste en moralizar al mundo, en lo interno del individuo y lo externo de las relaciones interpersonales y en la administración de las instituciones, tanto públicas como privadas”.
“Ese debe ser nuestro objetivo a seguir, y como lo canto el camarada Alí, les digo vamos upa carajo, que para amanecer no hacen falta gallinas, sino un cantar de gallos”.
EDWARD PULGAR EMONET